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TEMUCO. Un hecho de extrema gravedad mantiene conmocionada a la comunidad de Temuco. Un menor de tan solo dos años y ocho meses resultó herido tras un presunto intento de parricidio ocurrido durante la tarde del martes en el sector Pedro de Valdivia. La situación se desarrolló alrededor de las 17:40 horas, cuando una joven madre identificada como M.M.V.A., de 22 años, denunció que su expareja, C.M.G.M., llegó hasta su domicilio en el pasaje Vista Hermosa portando un arma de fuego, luego de una discusión motivada por su decisión de no continuar pagando la pensión de alimentos correspondiente al niño en común.
Según el parte policial, al ingresar a la vivienda se desató una fuerte discusión entre ambos, momento en que el sujeto habría desenfundado el arma y, en medio de la tensión, disparó directamente contra la cabeza del menor. Afortunadamente, el niño logró esquivar el impacto, lo que evitó un desenlace aún más trágico. Tras el ataque, la madre tomó a su hijo en brazos y huyó del lugar en busca de ayuda. En su desesperada carrera logró dar con una patrulla de Carabineros, que rápidamente trasladó al niño hasta el Hospital Regional de Temuco. El menor se encuentra en estado grave, con riesgo vital, recibiendo atención médica especializada.
El hecho ha sido calificado como parricidio frustrado por el Ministerio Público, una de las figuras penales más severas del ordenamiento jurídico chileno. Carabineros desplegó un amplio operativo para dar con el paradero del agresor, quien se encuentra actualmente prófugo. La Fiscalía, en conjunto con personal especializado, se encuentra realizando las diligencias pertinentes, como el levantamiento de pruebas balísticas, revisión de cámaras de seguridad, entrevistas a testigos y recopilación de antecedentes del entorno familiar.
Cabe señalar que la relación entre la madre y el agresor había finalizado hace un año, luego de un pololeo de dos años, y desde entonces existían conflictos vinculados a la manutención del menor. Este ataque ha generado un profundo rechazo ciudadano, al tratarse de un caso extremo de violencia intrafamiliar donde la víctima es un niño indefenso, y ha reabierto el debate sobre las medidas de protección a menores en contextos de separación y conflicto parental.
