TEMUCO. El Tribunal Oral en lo Penal de Temuco dictó duras penas de cárcel contra los cuatro responsables del crimen de Georgina del Carmen Beneventi Curiñanco, mujer de 68 años que fue asesinada en su casa durante un asalto en febrero de 2020, en la comuna de Teodoro Schmidt. El caso conmovió a la comunidad y culmina con sentencias ejemplares que van desde presidio perpetuo calificado hasta 15 años de presidio efectivo.
Según estableció el fallo, los acusados Carlos Adolfo Alvarado Manríquez, Juan Carlos Cubillos Muñoz, Florindo Segundo Alvarado Manríquez y Yoselin Andrea Vidal Córdova actuaron en conjunto para ingresar al domicilio de la víctima con la intención de sustraer dinero y objetos de valor. Tres de ellos irrumpieron en la habitación de la mujer mientras dormía, la maniataron, le cubrieron el rostro con cinta adhesiva y la apuñalaron en múltiples ocasiones en el tórax, provocándole la muerte. Luego, junto a la cuarta acusada, registraron la vivienda y huyeron con diversas especies.
La fiscal jefe de Nueva Imperial, Gabriela Rojas, detalló que los imputados conocían a la víctima y planearon el ataque tras presumir que poseía recursos económicos en su hogar: “Estas personas se encontraban en un domicilio cercano a la víctima y la conocían, uno de ellos incluso había efectuado trabajos en el domicilio de esta. Se habrían dado cuenta que ella mantenía algunos recursos económicos y dinero. En horas de la madrugada de febrero del año 2020, concurren los cuatro imputados hasta el inmueble de la víctima, donde ella vivía sola, con la finalidad de recabar dinero y especies, lugar en el cual además de esto le dan muerte”.
Sentencias firmes y diferenciadas
El tribunal condenó a Juan Carlos Cubillos Muñoz a presidio perpetuo calificado, la sanción penal más severa contemplada por la ley chilena, considerando su participación directa en el asesinato, su conducta especialmente alevosa y el hecho de que incumplía una condena anterior al momento del crimen.
Carlos Adolfo Alvarado Manríquez y Florindo Segundo Alvarado Manríquez fueron condenados cada uno a presidio perpetuo simple, igualmente por su rol activo en la agresión y el robo, sumándose en su contra la agravante de alevosía.
Por su parte, Yoselin Andrea Vidal Córdova recibió una pena de 15 años y un día de presidio mayor en su grado máximo. Si bien fue imputada también por alevosía, el tribunal valoró como atenuante su colaboración sustancial con la investigación, lo que fue determinante en su menor condena.